He estado trabajando toda mi carrera profesional en residencias de personas mayores. Desde mis inicios, como fisioterapeuta, allá por el año 2000, hasta la fecha, en la que me desempeño como Coordinador de las residencias de un operador del sector. Mi trabajo me ha permitido, desde diferentes ópticas y responsabilidades, compartir momentos con multitud de residentes y usuarios de centro de día afectados por demencias de todo tipo.
He conocido de primera mano el desasosiego que produce esta terrible enfermedad, tanto al propio enfermo, como al familiar o allegado.
Pero, sin duda, me quedo con esa sensación de haber podido compartir tiempo son ellos. De haber aprendido a su lado y haber crecido juntos.
Las personas que se ocultan detrás de la enfermedad, pese al olvido, siguen siendo las personas que eran. Y es un honor poder compartir su vida, su tiempo y sus momentos en algún pasaje de su vida. Ser parte de ella, aunque solo fuese por un momento.
Gracias a todos ellos. No os olvido.

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