No he dejado nunca de recordar todo lo que me contaba mi abuela sobre sus viajes por todo el mundo cuando se quedó viuda demasiado joven. Todo lo que vio, vivió y el grupo de amigos de quien pudo acompañarse le dio energía y preciosos recuerdos hasta el final. Siempre decía que lo único que uno se lleva es lo que ha vivido.

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